A estas alturas nuestras elecciones son un chiste no solo por los esqueletos que cada candidato arrastra, sino por no saber a estas alturas quienes de ellos estarán el las boletas. Al hacer frente a esta situación muchos se han preguntado a quien hay que culpar de esta situación: el JNE, los candidatos en sí o a una mano negra que trata de enturbiar el proceso.

Para mi los hechos son claros como el agua y no deja lugar a la teoría de los conpiracionistas de la llamada mano negra. No hay pruebas faltantes, presiones de palacio o elefante rosado que haya enturbiado el proceso, aunque si han habido personajes que han querido aprovecharse de estos hechos para su propio beneficio politico (1) (2), todos ellos payasos y desesperados de quedarse en la sección OTROS, el panteón electoral.

Los hechos que han ocasionado las controversias con el JNE son muy obvias y se basan en hechos que guardan algo en común, la violación de normativas electorales. Estas normativas violadas no son nuevas, ni secretas, ni difíciles de cumplir. El señor Guzmán no puede argumentar que esta excepto de cumplir con las normativas de elección interna de partidos como el señor Acuña y ahora presuntamente la señora Keiko Fujimori de violar la ley de partidos por entregar dádivas y/o dinero a electores.

Todos los delito de los que se les imputa, en el caso de Guzmán y Acuña, son hechos de los cuales se tiene evidencia y documentación, si uno revisa las defensas de ambos candidatos ninguno niega en sí los hechos sino que se escudan en excusas como "solidaridad", el "derecho" de los candidatos de participar en las elecciones en pro de la democracia y que deben ser los electores quienes tengan la última palabra. Si van a empezar con la demagogia y los discursos vacíos dudo del valor de ellos mismos como candidatos de valor para la oficina más alta del gobierno.

¿Que queda ahora? Con esta larga incertidumbre varios se preguntan que vendrá ahora, especialmente con algunos candidatos que advierten no dudar en ir al poder judicial si el JNE no resuelve a su favor. INCERTIDUMBRE, eso es lo que hay en las elecciones del 2016 del Perú, noticia que no solo resuena en los medios nacionales sino que también en diarios y medios internacionales trayendo vergüenza a nuestro país.

Es tiempo que estos candidatos admitan sus errores, violar las leyes y normativas no es de buenos presidentes, menos del candidato que el país requiere. Basta ya de argumentos esquivos a la realidad y de alargar una duda que no solo puede costar al país las elecciones del 4 de abril sino la reputación del país ante la comunidad internacional.